domingo, 27 de mayo de 2012

La muerte

Caminando por los senderos de la muerte
Atravesando el campo santo
Donde se respira agonía
Ahí me aguarda una sombra
Y su figura me deja perplejo
Ante la idea de lo que pueda ser.

No es más que una hermosa mujer

De pelo negro azabache
Piel tan blanca
Y ojos oscuros
Sin color alguno
Sin vida alguna.

Me tiende su mano

Para atravesar la cripta
Y cuando nuestras manos
Se cruzaron,
La vida me fue dejando
Se a parto de mi,
Mi sangre
Fue drenada de mis venas.

Conocí la muerte

Y su pálida piel
Su frío aliento
Y después de besarla
No me permite volver.


Autor: Felipe de Jesús Hinojo Castillo "El poeta Nocturno".